Todo empezó con la llegada de una PSOne a casa, snif
Cuidadín, cuidadín... Que mala es la memoria. Cuando accedemos a la mía (sin ir más lejos) algunas de las pestes más grandes del ocio digital se tornan en glorias pasadas.Otras que solo conocimos como codiciados objetos de deseo inalcanzables por diversos motivos (esencialmente por ubicación o por costes monetarios) se presentan online como si fueran el santo grial a alcanzar.
Pero mira si los mercachifles saben lo banales que somos que nos venden una y otra vez los mismos juegos que jugamos en su día. Rufus sin ir más lejos atesora joyas como Zelda Link awakening en tres formatos diferentes, el de Gameboy, el de GB Color y hace nada logró el de la store para la 3DS.
Mejor no me pregunteis por la recolección de juegos de PS One que me he montado en poco tiempo. Ha pasado de los escasos cinco juegos que logré rescatar de mi antigua colección a la cuarentena actual gracias a ebay y a algunos desalmados que se libran de los juegos por considerarlos caducos... y eso sin contar los que he adquirido vía store para la PS3.
Mejor no me pregunteis por la recolección de juegos de PS One que me he montado en poco tiempo. Ha pasado de los escasos cinco juegos que logré rescatar de mi antigua colección a la cuarentena actual gracias a ebay y a algunos desalmados que se libran de los juegos por considerarlos caducos... y eso sin contar los que he adquirido vía store para la PS3.
