jueves, 2 de mayo de 2013

Estoy online

Blogger on te street
Pues si, por lo que parece este smartphone me permite escribir en la rue... Cosas tiene la tecnología...

miércoles, 1 de mayo de 2013

Final feliz

El paradigma The End

¿Porque no se diseñan los videojuegos partiendo del final?
Una pregunta aparentemente anodina proveniente de alguien que no ha sufrido en sus carnes suficientemente los avatares del medio.
Es una pregunta capciosa en esencia... Todo principio tiene un final, esto es así en la experiencia humana. Estamos condenados a percibir los acontecimientos en una línea temporal continua e indisoluble que nos precipita inexorablemente a un desenlace único e inevitable.
Toda formula narrativa adolece de esta condición, bueno, casi todas las formulas exceptuando los libros de final selectivo y algunos videojuegos con final en rama.
Thanks for play, uno de los mensajes que veíamos al acabar alguna de las recreativas del pasado. Un mensaje que por escueto nos dejaba fríos, sobretodo cuando calculábamos la pasta que nos habíamos dejado en llegar hasta el mensajito de marras...
Ahora duele más, la verdad, ver que grandes juegos tipo AAA que adolecen de un final cochambroso que no se corresponde con la calidad que se les presupone a estos títulos.

¡Voy a acabar contigo!

De muestra un botón. Bioshock, el primero, tiene en su haber dos finales un final feliz y un final malo... y basta... Dos secuencias cinemáticas que no llegan a un minuto de duración y que te hacen olvidar las horas de tensa acción que han desembocado en este frustrante momento, pero eso no desmerece el juego, lo realmente anodino es la pelea final con un hipervitaminado Frank Fontaine... una fase predecible y metida con calzador que empuja a un desenlace mañido hasta la saciedad.
¿Cuesta tanto lograr un final satisfactorio? La respuesta evidentemente es si.
Otro botón puede servir de muestra para responder a la duda de si una cinemática larga calmaría nuestras ansías. Metal Gear Solid 4 tiene en su haber una de las secuencias finales más largas, sino es la más larga, de la historia de los videojuegos... más de 10 minutos de épica trascendental. Pero no os asusteís el enlace que he dispuesto os deja justo antes del final, tendreís que veros con Ocelot si quereis ver el final...
Hideo Kojima da al fan de la saga lo que se supone desea... ¿es esto satisfactorio? No, los casuals que caemos en esta maraña metalera acabamos quemados de tanto vídeo... 
El camino hacia el final es difícil pero necesario.